Cistitis crónica: síntomas y tratamiento de las infecciones urinarias recurrentes
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Índice de contenidos:
- ¿Qué es la cistitis crónica y en qué se diferencia de la forma aguda?
- ¿Cómo reconocer una cistitis crónica? Síntomas y signos
- ¿Por qué sigo teniendo cistitis? Causas de la forma crónica
- ¿Qué ayuda en caso de cistitis crónica? Tratamiento y prevención
- Ayuda natural con arándano rojo y D-manosa
- Resumen
¿Qué es la cistitis crónica y en qué se diferencia de la forma aguda?
Mientras que los síntomas de la cistitis aguda pueden tratarse bien y desaparecer en pocos días, la cistitis crónica se asocia a infecciones recurrentes. Los médicos hablan de cistitis crónica si se producen tres o más infecciones al año.
La mayoría de las infecciones urinarias se producen de forma aguda, se pueden tratar fácilmente y son inofensivas. Para evitar que una infección aguda de la vejiga se convierta en recurrente, es importante tratar tanto su causa como sus síntomas. Además de las infecciones urinarias recurrentes, también puede aparecer el síndrome de dolor vesical crónico. Esto ocurre raramente y no es una infección, sino un cuadro clínico complejo.
¿Cómo reconocer una cistitis crónica? Síntomas y signos:
Muchas mujeres están familiarizadas con los síntomas de la cistitis. Suele haber dolor abdominal punzante y una desagradable sensación de ardor al orinar. Siente la necesidad de ir al baño, pero la cantidad real de orina sigue siendo pequeña.
Los síntomas anteriores son fácilmente tratables en caso de infección aguda de la vejiga. Las personas que sufren infecciones de vejiga de forma constante pueden presentar otros síntomas. Por ejemplo, la orina puede tener un color turbio y desprender un olor desagradable. También pueden aparecer los siguientes síntomas
- picor en la zona genital - malestar general, náuseas o vómitos - fiebre - dolor intenso en la zona renal - sangre en la orina
¿Por qué sigo teniendo cistitis? Causas de la forma crónica:
El desarrollo de la cistitis crónica puede ser multifacético. No siempre se debe únicamente a una infección bacteriana repetida. Los siguientes factores y afecciones pueden influir en el desarrollo y la persistencia de la cistitis crónica:
- La bacteria E. coli y otros gérmenes: En la mayoría de los casos, la bacteria E. coli es la responsable. Estas bacterias, que normalmente se encuentran en el intestino, pueden entrar en la vejiga a través de la uretra. Otros gérmenes como los estafilococos o la Klebsiella también pueden causar cistitis.
- Trastornos del sistema inmunitario: Un sistema inmunitario debilitado puede hacer que el organismo sea menos eficaz a la hora de combatir las bacterias invasoras. Esto puede deberse a una enfermedad, la medicación o el estrés.
- Causas anatómicas: Algunas personas tienen una característica anatómica que dificulta el flujo de orina. Por ejemplo, estenosis uretral o prolapso de la vejiga urinaria en las mujeres.
- Cambios hormonales: Especialmente durante la menopausia, las mujeres tienen un mayor riesgo de sufrir infecciones de vejiga, ya que la disminución de la producción de estrógenos hace que las mucosas de las vías urinarias sean más finas y susceptibles.
- Obstrucción del flujo de orina: Un flujo de orina alterado u obstruido, por ejemplo debido a cálculos renales, puede bloquear la orina en la vejiga, lo que constituye un caldo de cultivo ideal para las bacterias.
- Alergias: En algunos casos, las reacciones a cosméticos o productos de higiene íntima pueden causar inflamación en la zona de la vejiga.
- Relaciones sexuales: en algunas mujeres, los movimientos durante las relaciones sexuales pueden hacer que las bacterias pasen de la zona anal a la uretra y de ahí a la vejiga.
Además, el riesgo de desarrollar cistitis crónica aumenta con la edad, tanto en mujeres como en hombres.
Las mujeres y los hombres mayores se ven especialmente afectados. Aunque los hombres jóvenes también pueden desarrollar cistitis crónica, la larga uretra suele impedir que las bacterias entren en la vejiga. La razón por la que los hombres mayores sufren infecciones de vejiga con más frecuencia es que la próstata aumenta de tamaño con la edad. próstata.
¿Qué ayuda en las infecciones crónicas de vejiga? Tratamiento y prevención:
Debido al intenso dolor asociado a la enfermedad, muchos enfermos de cistitis crónica experimentan un alto nivel de angustia. El problema del tratamiento repetido de las infecciones de vejiga es que los antibióticos administrados están asociados al riesgo de efectos secundarios indeseables. Tampoco se puede descartar la resistencia a los antibióticos. Por eso, los médicos sólo suelen utilizar antibióticos cuando la infección no responde a los remedios caseros y ayudas naturales habituales.
El objetivo del tratamiento es prevenir la reaparición de la cistitis crónica o reducir la frecuencia de las infecciones. Por lo tanto, además del tratamiento, la cistitis crónica es siempre una cuestión de prevención.
Algunas medidas pueden ayudar a prevenir la aparición de la cistitis. Entre las opciones de tratamiento de bajo umbral se incluyen diversos remedios caseros y pautas de comportamiento que pueden probarse antes de la primera visita al médico.
- Estilo de vida saludable: Una dieta equilibrada y dormir lo suficiente pueden ayudar a reforzar el sistema inmunitario, lo que a su vez previene las infecciones.
- Ingesta suficiente de líquidos: Hay que beber al menos 1,5 litros al día. Esto ayuda a limpiar la vejiga con regularidad y a eliminar las bacterias.
- Evite los productos irritantes: Los jabones perfumados, los geles de ducha y los sprays íntimos pueden irritar la uretra y deben evitarse.
- Usar ropa interior de algodón: El algodón permite que la piel respire y mantiene la zona seca.
- Zumo de arándanos o arándanos rojos: Algunos estudios sugieren que estos zumos pueden ayudar a prevenir las infecciones urinarias al impedir que las bacterias se adhieran a las paredes de la vejiga.
- Evite la irritación de la vejiga: Evite la ropa y los pantalones ajustados y haga descansos regulares cuando permanezca sentado mucho tiempo.
- Vitamina C: Puede ayudar a acidificar la orina, creando un entorno menos hospitalario para las bacterias.
- Probióticos: Algunas personas toman suplementos probióticos o yogures probióticos para favorecer el equilibrio de las bacterias "buenas" del organismo.
- Evitar el frío y la humedad: Los pies fríos o un bañador mojado pueden ser factores de riesgo de una infección de vejiga. Por lo tanto, debes asegurarte de abrigarte bien y cambiarte la ropa mojada lo antes posible.
- Higiene íntima adecuada: Es importante limpiar suavemente la zona íntima. Sólo debe utilizarse agua caliente o productos de cuidado especiales que no afecten al pH de la zona íntima. Los jabones y geles de ducha corrientes pueden alterar la protección natural de la flora vaginal, por lo que deben evitarse.
También es aconsejable limpiarse siempre de delante hacia atrás al ir al baño para evitar que las bacterias pasen de la zona anal a la uretra. El vaciado regular de la vejiga, por ejemplo antes y después de las relaciones sexuales, también puede ayudar a reducir el riesgo de infección.
La ayuda natural del arándano rojo y la D-manosa
Los comprimidos de arándano rojo y D-manosa contienen la formulación especial con polvo de arándano patentado PACRAN®, combinado con otros ingredientes naturales como D-manosa, semilla de calabaza y raíz de diente de león. Como la D-manosa puede reducir las nuevas infecciones, es adecuada para las personas con cistitis crónica. Otro efecto positivo puede ser la reducción del consumo de antibióticos. Conocido para el tracto urinario y la vejiga
El modo de acción del arándano rojo y D-manosa se explica rápidamente: el principio activo natural rodea a las bacterias, impidiendo que se adhieran a las mucosas humanas. Los gérmenes nocivos son expulsados la próxima vez que vaya al baño.
Si nada ayuda: acuda al médico
Si los remedios caseros y los ingredientes naturales no surten efecto, es necesaria una visita al médico. El médico puede interpretar correctamente los signos y síntomas y hacer un diagnóstico adecuado. Si el paciente recibe tratamiento para la cistitis aguda más de tres veces al año, se habla de cistitis crónica.
Una sospecha de cistitis puede confirmarse con una muestra de orina. Para ello, se analiza el contenido de leucocitos de la orina con una tira reactiva. Si éste es elevado, en combinación con otros síntomas, es un claro indicio de inflamación. El análisis de orina también permite identificar la causa de la inflamación. En función de ésta, el médico prescribirá una medicación específica y uno u otro antibiótico. La duración del tratamiento varía. En algunos casos, el tratamiento está indicado durante un periodo de tres a seis meses. Si no se puede evitar el uso de antibióticos, es importante mantener una sana flora intestinal es importante.
Resumen
Los ingredientes naturales pueden ayudar con la cistitis crónica. Sin embargo, si los síntomas no mejoran en pocos días, debe consultar a un médico para estar seguro. Se puede recurrir a ingredientes naturales como el arándano rojo + D-manosa u otros complementos alimenticios naturales específicos para la vejiga.